Cuando tenemos que pasar archivos de un ordenador a otro siempre solemos recurrir a las memorias USB ya que, por lo general, son más rápidas y, simplemente, funcionan, evitándonos tener que realizar configuraciones extras para establecer otro tipo de conexiones, por ejemplo, a través de FTP. Sin embargo, si los ordenadores están en la misma red local, es posible aprovechar el protocolo SAMBA, de Microsoft, para compartir directamente archivos entre dos o más ordenadores y no tener que depender así de una memoria USB para dicha tarea.
La conectividad entre equipos ha mejorado y se ha simplificado mucho en los últimos años. Si tenemos dos o más ordenadores con Windows, es muy sencillo compartir una carpeta a través de la red local para que otras personas, previa autenticación, puedan acceder a todos sus contenidos. Además, gracias al “nombre de equipo“, es posible incluso no depender de una dirección IP que, si usamos un DHCP automático, puede cambiar.
A continuación, os vamos a enseñar cómo podemos compartir fácilmente archivos, carpetas y todo tipo de recursos con el resto de ordenadores y dispositivos de nuestra red local.

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